Boletín electrónico, Nr.512- Año VI, 22 -09-2011 | |||||
Pero creo en los pobladores del Parque Isiboro Sécure. Creo en su derecho a reclamar por la seguridad del territorio que habitan. Tienen derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado promulgada en febrero de 2009. Les asiste la protección de tratados internacionales, de los que Bolivia es uno de los primeros firmantes, con plena ratificación del Congreso. Considero que ese parque y los otros que son la reserva ambiental que debe resguardar Bolivia con leyes y otras normas, no pueden ser tratados como áreas que se dividen en núcleo y zonas adyacentes; son unidades y, cualquiera sea la parte afectada, se degrada el conjunto del parque. Estoy conciente que allí viven pueblos absolutamente minoritarios cuya identidad, cultura, idioma y características étnicas, proclamamos respetar en nuestra Constitución. Es cierto que la vertebración del país es necesaria como la forma básica de unidad nacional. Pero no podemos hacerlo a costa de algunos pueblos que sufrieron la brutalidad de los patrones de antes y que ahora no se sienten engañados. “En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra amazonía, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas”. Con esas hermosas palabras se inicia nuestra Constitución Política del Estado. Hagamos honor a esa solemne proclama. |