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Litio: Comentarios sobre una reciente entrevista al gerente nacional de recursos evaporíticos *
10/01/2012 22:53 HidrocarburosBolivia.com HidrocarburosBolivia.com - NOTICIAS
Juan Carlos Zuleta Calderón ** para HidrocarburosBolivia.com –
¿Para cuándo se tiene prevista la planta industrial?
Primero dice: “estamos retrasados por lo menos un año”. A continuación, sostiene: “estamos hablando de fines del 2015, si no hay retrasos, porque siempre hay retrasos”. Está claro que el encargado del proyecto piloto no puede establecer ningún plazo definitivo para la planta industrial debido a que aún no tiene ningún resultado plausible de la planta piloto...
La opinión pública debe saber que, según información oficial, hasta fines de agosto de 2011, el proyecto solamente obtuvo 5 kg de carbonato de litio de pureza desconocida, frente a más de 130.000 toneladas que se produjeron a nivel mundial en 2010.
¿Existieron retrasos en los plazos estimados?
Al principio dice que “los plazos que se dieron al inicio, estaban mal hechos y por lo tanto la demora también”. Luego sostiene: “No hay demoras, hemos estado trabajando muy duro…” Finalmente, remata su confusa explicación indicando: “sería bastante injusto decir todos tienen la culpa de los retrasos menos nosotros, nosotros también tenemos retrasos, en algunos casos importantes, que sin embargo los vamos a ir superando.”
Es tal el enredo de palabras para intentar justificar lo injustificable que esta segunda respuesta sólo añade una mayor incertidumbre al futuro del proyecto de litio, dejándonos absolutamente estupefactos ante la promesa de que se irán superando los retrasos. La falta de seriedad en el manejo del proyecto no solamente compromete a este funcionario sino a todos quienes se encuentran en la parte superior de la cadena de mando, tanto en el sector minero-metalúrgico como más allá de él. |
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¿Se teme por la sustitución del litio?
De inicio sostiene: “decir que ya se ha reemplazado es un absurdo; la propia batería ahora, tiene un uso marginal; no ha llegado en absoluto a cambiar la matriz energética”. Luego intenta reforzar su argumento señalando: “yo conozco de unos 90 millones de vehículos, no creo que 1 millón tengan batería de litio” e indicando: “para generalizar la batería de litio, va a pasar buenos años”.
En ese contexto, me acusa de haber planteado “que el boom (del litio) iba a ser el 2012 y el 2013” y de decir ahora “que ya no sirve”, cuestionando la información que manejo “para decir semejante tontería”.
¡Cómo se nota que el señor no tiene la menor idea de lo que dice! ¿Quién le dijo que para ser sustituida la batería de litio se debía cambiar primero la matriz energética? ¿O sea que debemos esperar que los 90 millones de vehículos tengan baterías de litio para que éstas puedan ser sustituidas? Para que sepa, la economía más básica indica que para que un bien pueda ser sustituido, sólo hace falta que aparezca (se haga disponible) otro que cumpla la misma función de igual o mejor manera que el primero y a un costo similar o menor. Al parecer, ni siquiera leyó mi último artículo sobre Apple y el litio sino que alguien se lo contó y muy mal, por cierto. Nunca dije que las pilas de combustible descubiertas por Apple ya hubieran reemplazado a las baterías de litio utilizadas en sus laptops, iPads y iPhones. Sólo sostuve: “Apple ha anunciado en días recientes la solicitud de aprobación de dos patentes de pilas de combustibles que podrían cambiar radicalmente los prospectos de demanda de litio en los próximos años.” Ni más ni menos.
Mis primeras predicciones acerca del inicio del boom del litio boom que datan de 2007-2008 estuvieron basadas en un conjunto de supuestos, incluido el avance del proyecto piloto boliviano, porque el gerente de evaporíticos debería saber que en su condición de poseedor de los mayores recursos identificados de litio de la Tierra, Bolivia tenía y aún tiene una enorme responsabilidad. El mencionado señor no termina de entender que podrán existir vehículos eléctricos en el mundo – como que ya los hay – pero, para que exista una era del litio y el vehículo eléctrico, es imprescindible que Bolivia ingrese al mercado. ¿Por qué? Porque es el único país en el mundo que puede garantizar una provisión de litio en suficientes cantidades y a un precio accesible para todos los actores del mercado. En este sentido, la inacción del país ha sido definitivamente gravitante en la generación de incertidumbre en el mercado.
No es que no existió ni existe o existirá demanda de litio. Todo lo contrario, cada día aparecen nuevos posibles usos competitivos para el metal más liviano del planeta, pero al mismo tiempo la enorme inseguridad producida por un proyecto que aún no terminó de arrancar ha empezado a obligar a todos los potenciales demandantes de litio a invertir en el desarrollo de sustitutos. Lo que que sucede con Apple es sólo un ejemplo de lo que pasa en el resto del mercado. ¿Sospechará el encargado del proyecto piloto que recién el pasado año prácticamente todos los principales productores de automóviles del mundo ya lanzaron sus primeros prototipos de carros con pilas de combustible y han fijado para el año 2015 la introducción masiva de éstos al mercado? Debe saber el citado señor que el mundo no esperará sus ganas, en desmedro de los altos intereses de Bolivia, por supuesto. ¿Será tal su desfachatez como para continuar reclamándome a mí por el inicio del boom del litio?
¿Está Bolivia a tiempo para aprovechar estos proyectos?
Primero responde: “Pero desde luego”, para luego burlarse de las actuales cantidades ínfimas de “autos de hidrógeno”, frente a los supuestos 90 millones de vehículos del mundo. En seguida, lanza una nueva acusación a quienes desprestigian el proyecto diciendo “en vano están haciendo”de “traición a Bolivia”. Después, sostiene que “el boom del litio va a esperar unos años y estamos justamente en buen tiempo; adelantarnos hubiera sido un desastre también, porque existe la posibilidad que una oferta mayor al consumo pueda producirse antes y los precios caigan; también necesitamos una respuesta del mercado, de la transformación de vehículos eléctricos en la industria de forma masiva, eso no se ha producido todavía y el sustito mucho menos”. Finalmente, deshaucia a los investigadores de sustitutos haciendo notar que “es un absurdo que investiguen eso, porque en realidad el litio no va a ser muy caro, puede ser muy competitivo y puede ser muy provechoso para el mundo, desde el punto de vista, primero medioambiental, pero también desde el punto de vista económico”.
Otra vez entra en una contradicción total al insistir en que para que la sustitución de baterías de litio por pilas de combustible tenga sentido, una buena parte de los carros del mundo tendrían que ser a hidrógeno. En un afán eminentemente distractivo, confunde posibilidades con realidades. Cabe aclarar que nunca dije que la sustitución ya se había consumado; lo que sí he indicado es que existía y aún existe la posibilidad de que esto suceda precisamente por la falta de avance del proyecto de litio más importante del mundo. Su razonamiento circular es definitivamente deprimente.
Su acusación de “traición a Bolivia” me tiene sin el menor cuidado y me recuerda a las amenazas - proferidas por uno de sus testaferros algunos meses atrás - de iniciar un proceso penal en mi contra por el único delito de decir la verdad y defender los intereses de la Patria.
Su argumento de que “adelantarnos hubiera sido un desastre” es absolutamente irresponsable porque no captura ni la más mínima esencia del problema. No acaba de entender que el boom del litio sólo será posible con precios bajos y accesibles al conjunto de actores del mercado. Sin embargo, para que eso suceda, Bolivia necesita utilizar tecnologías de extracción y procesamiento de punta y no los métodos de producción obsoletos con los que ha estado experimentando en forma poco auspiciosa desde hace más de tres años y medio.
Parece que el gerente de evaporíticos de pronto se olvidó de lo que dijo la semana pasada cuando reconoció por primera vez las limitaciones de la evaporación solar a tiempo de informar que el proyecto también usará químicos en el proceso de extracción de carbonato de litio. En este sentido, le puedo aceptar que los procesos clásicos de extracción de carbonato de litio basados en la evaporación solar no sean muy caros, pero esto no tiene por qué hacerse extensible al uso de químicos. Adicionalmente, le pregunto: ¿En qué se basa para afirmar que la utilización de químicos será respetuosa del medio ambiente?
¿Cuáles serían los mercados potenciales de lo que se va a producir en el Salar de Uyuni?
Aquí, fiel al libreto de su asesor Guillermo Roelants primero habla de que los principales productos de exportación del Salar de Uyuni son los fertilizantes (presumiblemente refiriéndose al cloruro de potasio), con demanda proveniente de Brasil, Venezuela y China, olvidándose de anotar que este compuesto tiene un valor al menos diez veces menor que el carbonato de litio y que al presente su mercado se encuentra sobresaturado. Respecto al litio, sólo menciona a China, Japón y Corea, pasando por alto la enorme posibilidad de vender no sólo litio, sino también baterías de litio y carros eléctricos al Brasil.
¿Cómo afectan las lluvias e inundaciones en el Salar de Uyuni?
Sobre este punto, el gerente de evaporíticos indica que las lluvias ya no perjudican el ingreso porque ya tienen un terraplén. Supongo que aquí se refiere a la planta que es lo menos importante porque el grueso del trabajo se realiza en las piscinas que con seguridad deben estar cubiertas de agua y con los procesos de evaporación solar interrumpidos, a menos que el responsable de la planta piloto piense que éstos continúan en medio de la lluvia.
En cuanto a los recursos económicos, ¿de cuánto se estaría disponiendo de manera global?
Este punto no requiere mayores comentarios, excepto que al parecer ya arrancó la “danza de los millones” en el proyecto con una Ley Financial que premia la incapacidad para hacer las cosas.
* Entrevista publicada por el periódico digital OxigenoBolivia.com el día 09 de enero de 2012 (Véase: http://www.oxigenobolivia.com/o2/economia/6b83e79ddc2ad834b966)
** Analista de la economía del litio
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