Los p’aqp’aqu anti pachamámicos
Muruchi Poma, 25-06-2010
Los originarios tenemos mucho que labrar y estudiar, sobre todo en el conocimiento de teorías occidentales, es mal consejo pensar que los originarios tengamos la última palabra. Pero esa constatación también vale para los occidentales, sobre todo para los p’aqpaqu anti pachamámicos.
Alison Spedding está equivocado. Veamos tan sólo el prefijo pa de pacha, que a su vez es parte de pachamama. Pacha es un término componente tanto del quechua (Diego Gonzales Holguin lo utiliza en su diccionario qquichua para tiempo suelo lugar) como del aymara (Ludovicco Bertonio encontró cuatro acepciones, las de relevancia para nuestro caso son: tiempo y todo o todos). Por la información que tenemos[1] , Alison Spedding afirma los conocimientos de esos lingüistas en relación a la palabra que nos ocupa. Pero, al parecer conoce sólo la palabra “paya” que tiene el significado del número “dos” en aymara y de “mujer vieja, anciana” en quechua. Tengo la impresión de que muchos errores de interpretación de los dos idiomas vienen de la metodología de traducción de palabra a palabra (no nos olvidemos que fueron los españoles quienes de acuerdo a su lógica tradujeron y pararon los dos idiomas), cuando ya en los prefijos están la diferencia o igualdad de la palabra en cuestión. En este caso, conviene saber si el quechua evidentemente no conoce el sentido de doble o dos en sus prefijos “pa”, “pha” y “p’a”. Y ahí tenemos las palabras quechuas “patapata” para escalera y “phatu” para doble o grueso, según el lingüista boliviano Jesús Lara. En cuanto a idiomas prefiero hablar con los originarios. Por alguna situación, los p'aqp'aqu no quieren aprender de los originarios.
Modelo económico. Nos dicen que no damos ninguna pista sobre la superación del capitalismo. Lo lógico será discutir primero sus propuestas. Aquí una partecita de algo más grande que próximamente lo publicare en forma de monografía sobre el modelo económico del MAS, el “capitalismo andino”. En el último Programa de Gobierno presentando para las elecciones de diciembre 2009, no veo un modelo de gestión de empresas estatales. Hasta ahora sólo se ha visto el ensayo primitivo y corruptivo de Santos Ramirez Valverde y la copia pésima del modelo neokeynesiano, en el manejo de empresas capitalistas, por parte Carlos Villegas. Una nueva gestión de empresas debiera tomar en cuenta las tres participaciones: el Estado, los trabajadores y la sociedad civil. Cada uno con derechos y obligaciones con el fin de optimizar el trabajo y la productividad, y evitar la corrupción. Aquí deberían aprender de las ricas experiencias del control obrero con derecho a veto en la COMIBOl[2] , de los consejos de empresas[3] del sistema capitalista europeo occidental y del desaparecido Socialismo Real del Siglo XX[4] . La participación de la sociedad civil, planteada ya en la Nueva Constitución Política del Estado, debiera contener formas concretas de organización y de participación rotativa de la ciudadanía boliviana. Por qué no pensar en una especie de participación económica y jurídica de determinadas organizaciones sociales en las empresas estatales. Aquí podemos aprender mucho del sistema jurídico del Banco Central de Suiza, por ejemplo. Se debe poner un candado a toda posibilidad de privatizarlas y a convertirlas en botín político partidario. Esperemos que para la elaboración de la nueva ley de participación social se genere una discusión amplia al respecto.
Literatura:
Nos ha llegado la recomendación de leer la literatura en los siguientes link:
Libro Indígenas y descolonización, editado por Pukara
“El discurso de la cosmovisión andina, una lectura marxista del mundo andino” por Jorge Soza.
[2] Feliciano Felix Muruchi Poma, Linda Farthing D., Benjamin Kohl B. Minero con poder de dinamita. Bolivia , 2009
[3] Los llamados “Betriebsräte” (Consejos de empresas) de las empresas alemanas, donde participan los trabajadores, son interesantes experiencias.
[4] Al parecer los trabajadores fueron los únicos que defendieron sus fuentes de trabajo cuando en la Alemania oriental, después de la Caída del Muro, los subastadores capitalistas aniquilaron las empresas estatales. Hoy se sabe que tres ingenieros y ocho trabajadores de Kugellagerwerkes in Böhlitz-Ehrenberg, empresa líder de esa época, la tomaron y empezaron a producir. http://www.mdr.de/mdr-figaro/ipg/prog_detail+70032009_12_5.html (visitada el 05-12-09)
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