LA PACHAMAMA, INVOLUCRADA POR EL POPULISMO
por Tito Pedro Reynaga
Esta visto que para las corrientes populistas de moda en el país, nuestras tradiciones espirituales y religiones ancestrales vienen a ser material ideal para armar una suerte de ideología política destinada a ocultar sus verdaderas intensiones. Las que, como expusiera públicamente el presidente Evo Morales (en ocasión de la pasada reunión del ALBA) al declararse "marxista leninista, socialista y comunista", no son otra cosa que el llamado "socialismo real" (pero en versión africana o de país atrasado). Realidad ya vivida y conocida en varios desgraciados países, empezando por la liquidada URSS. Una ideología que, a la vez, le permite al populismo arrastrar el sentimiento aymara quechua detrás de sus afanes de poder. Es para eso, que apelan a la Pachamama.
Hasta despues de llegar al poder, los dos máximos lídres del proceso de "cambio" (Evo Morales y García Linera) jamás se habían ocupado de los temas indígenas y menos aún de su cultura y espiritualidad. Es cuando se dan cuenta de la potencialidad de convocatoria de las consignas de reivindicación indígena anticolonial que ven estas cuestiones y las usan.
Y es comprensible, la teoría marxista margina las cuestiones étnicas, y hasta justifica la dominación colonial capitalista (Marx lo hace refiriéndose a la India). Para el marxismo, el máximo valor social revolucionario lo tiene el obrero mientras que a la burguesía la pone en la condición opuesta, como parásita y reaccionaria. Mientras el campesino es reducido a la condición de "pequeño burgués". Y marxista, es la formación ideológica de estos dos mandatarios, el uno en la escuela de las ONGs y el otro en las aulas universitarias y el EGTK. No hay dónde perderse.
Hoy nuestras creencias religiosas, y de concepción del mundo, ancestrales están muy mezcladas. Y, no sólo con las creencias cristianas. Sino también por los afanes de prestigio a como de lugar, de ciertos arquitectos extranjeros que suponen haber encontrado un método haciendo dibujo libre de analogías entre la geometría y los productos de la cultura. Ensoñaciones mañosas de quienes creen descubrir una otra ciencia, supuestamente creada por nuestros antepasados, ajena a la ciencia. Y, una otra lógica ajena a la lógica (nos referimos a los principios de la lógica, y no a lógicas procedimentales). Así como una suerte de dialéctica de cuatro posiciones que surge al parecer de un afán de acogerse al supuesto e injustificado prestigio de la dialéctica marxista.
Sin embargo, queda abierta la posibilidad de rescatar lo esencial de nuestras creencias religiosas y de concepción del mundo ancestrales. Tarea que, sin embargo, no podrá ser hecha si no es apelando al método científico. Y, así como vamos, si esto ha de hacerse, lo más probable es que lo hagan investigadores extranjeros --y claro, es que están habituados al método y tienen los recursos técnicos y financieros necesarios--.
Entretanto, cabe poner de relieve que de nuestra cultura ancestral, precolonial se pueden rescatar valores, formas y procedimientos para mejorar el desempeño de nuestra sociedad y hasta la visión del mundo y sus valores. Así, por ejemplo, el Ama LLulla. El que aplicado a los políticos en función de gobierno, por medio de un sistema de detección de mentiras de tecnología de punta, podría darle al sistema político y de gobierno del país una cualidad determinante para mejorar su habitual mísero, sino perjudicial, desempeño.
Pero, claro está, a los populistas, les va bien el llenarse la boca hablando de la cultura indígena y el recitar y recomendar No sea mentiroso, no seas ladrón, no sea flojo, porque luego podrán hacer lo que les venga en gana, que para eso están en el poder.
Y, ciertamente, es indignante el uso que vienen haciendo de la Pachamama y la espiritualidad indígena. Pero, nada extraño, para nada. Ya que lo mismo hacen con la prometida autonomía indígena, de la que hablan y dicen postular, a sabiendas de que la anularan por vía de reglamentos y decretos. Precisamente, porque el tipo de economía planificada bajo el mando planificador y ejecutor del estado, que están procurando como buenos marxistas leninistas que son, ve contraproducente cualquier tipo de autonomía.
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