El
pachakuti no es ningún simple regreso al pasado, más bien es la
sustentabilidad y la garantía de la vida futura. La siembra agrícola
de este año debe repetirse el
próximo para garantizar la permanencia de la vida. Esa forma de vida
difiere mucho de la forma de vida que nos plantean los propulsores
de los conceptos de “desarrollo”, “políticas de desarrollo”,
“desarrollo Sostenible”
y “desarrollo integral”.
¿Qué es desarrollo? Es un concepto occidental cargado de prejuicio
positivista. Allí donde se lea y se diga desarrollo el mismo nos
sugiere, por un lado, algo completo, perfecto, progresista y
superior. Por otro lado, el concepto pareciera estar alejado de
alguna mancha indeseable: incompleto, imperfecto, retroceso e
inferior. Más después veremos que eso no es así.
Esa es la concepción del mundo (Weltanschauung, en alemán) occidental que hoy se usa en la caracterización y diferenciación de los países. Los países del norte dominantes del mundo son desarrollados y los otros son países emergentes, en desarrollo, y para no pocos desinformados, subdesarrollados. Esos países deberían, según los apologistas del desarrollo, seguir el camino recorrido por los primeros.
Esa perspectiva es muy patética sobre todo referente a temas de
tecnología. Todo lo técnico es positivo. Incluso la
tecnología guerrerista y
la de energía atómica,
letales para la vida, es considerada desarrollo, un adelanto.
Pero fíjense de donde viene la palabra desarrollar: des- y arrollar.
Un pergamino enrollado puedes desenrollarlo o desarrollarlo. El
filósofo alemán Gottfried Wilhelm Leibniz escribió hace siglos:
“desenrollar lo enrollado” <das Auswickeln von etwas Eingewickeltem>.
La palabra denota a primera vista no otra cosa que el cambio de
forma del fenómeno en cuestión. Antes estuvo enrollado ahora o
después estará desenrollado o desarrollado. En principio no dice
nada sobre el curso que puede tomar: puede ser negativo y positivo
pero también las dos justas. Tampoco dice si con el tiempo el
fenómeno, por ejemplo el pergamino, en su esencia se mantendrá igual
o cambiará.
Desarrollo es un concepto exageradamente
abstracto de algún fenómeno, un ser supremo moderno, infalible e
intocable. Desde el punto de
filosófico un monismo absurdo que excluye otras perspectivas del
mundo.
Recién cuando extrapolamos esa abstracción
al análisis de lo esencial de algún fenómeno concreto, a la
realidad, podemos ver que el desarrollo de algún fenómeno pueda y
deba tener diferentes características en el tiempo y espacio. El
fenómeno concreto es dinámico: puede crecer o decrecer lineal o
cíclicamente, aumentar o disminuir en cuanto a volumen; estar en
proceso de gestación o culminación.
Esa realidad
puede ser, por ejemplo, la vida humana. Si queremos
ver su desarrollo debemos apoyarnos a dos términos: tiempo y
espacio. Viéndola desde el punto de vista de tiempo, nace, crece,
termina y vuelve a nacer iniciando otro ciclo. El tiempo de la vida
humana es cíclico. Pero ese ciclo puede sufrir alteraciones graves,
así por ejemplo por efectos de enfermedad, de guerras o de
genocidios y de cambios catastróficos de la naturaleza. Por tanto,
el desarrollo temporal no siempre es algo positivo.
De cómo se desarrolle la vida humana
depende también del espacio.
El entorno y contorno espacial alimenta y mantienen esa vida.
El curso que tome esa vida será determinada por el
comportamiento humano, su civilización, en cuanto a ese espacio, y
por la existencia abundante o no del medio nutriente material y
espiritual del espacio. Por
tanto, serán los habitantes de una comunidad, de una región o de un
país que deban vivirla y apreciar si el desarrollo espacial sea
positivo o negativo o ambos. El
Sumaq Kawsay centra su atención en la vida natural y propone un
desarrollo harmónico de la vida humana en concordancia recíproca
con la naturaleza. Rechaza toda extracción ilimitada de
minerales de la naturaleza y su derroche insensato para mantener la
vida momentánea morbosa de unos cuantos grupos humanos de pocos
países.
En cuanto al desarrollo tecnológico, vemos
muchos problemas pero también aspectos positivos.
Por un lado existen tecnologías como la de
la energía atómica que han experimentado más desventajas que
ventajas. Estamos viviendo encima de residuos radioactivos mortales.
Estamos frente a una época peligrosísima de proliferación de
armas nucleares. Otras tecnologías consideradas como desarrollos
positivos, así las de baterías en base a litio, nos están inundando de basura no del todo
reciclable.
También la basura de plásticos está contaminando mares, ríos y la
madre tierra.
Sin embargo, es otra nuestra apreciación en cuanto a los adelantos
científicos y tecnológicos que están abriendo el camino para la
mantención de una vida sana y armoniosa con la naturaleza. Esa el
caso de la tecnología, llamémosla por ahora tecnología orgánica, que
posibilita la construcción de productos que tengan la característica
de “sustancia nutriente biológica” (Braungart, McDonough)
Si queremos mantener la vida en este planeta estamos
destinados a desarrollar tecnologías que nos brinden productos
orgánicamente degradables. Mi auto con el tiempo debe ser
orgánicamente degradable.
Ese apretado discurso sobre el concepto de desarrollo nos hace ver
que hay desarrollo y desarrollo: unas positivas otras negativas
dependiendo de la perspectiva de la colectividad de los humanos.
Para el Sumaq Kawsay hay
desarrollo cuando éste armoniza con la vida. En cuanto al desarrollo
tecnológico, ésta debe ser a la vez progreso y regreso a su origen.
Un desenrollo vuelve a enrollarse. El concepto de desarrollo recién
tiene sentido de ser positivo y no es como nos han hecho creen que
todo desarrollo es un
adelanto único. También el término sustentabildad es otro montaje
occidental. Algo es
sustentable solo cuando haya vuelto a su forma
original de vida. Por eso deberíamos de hablar de una vida
sustentable y desarrollable
(nachhaltige Lebensentwicklung). También podemos aceptar el término:
desarrollo sustentable de la vida. Es la vida que debe reproducirse
con la ayuda del desarrollo tecnológico y no la tecnología con la
eliminación de la vida. El
indígena Guaman Poma tenía razón cuando escribía en el siglo XVII
que con la llegada de los invasores el mundo estaba al revés.
Para concluir y volver a nuestro concepto de Sumaq Kawsay, donde la
palabra Pachakuti es clave, nosotros proponemos
la sustentabilidad de la
vida, en tanto mantenga el equilibrio de la
humana con su entorno y
sus afluentes (recursos)
energéticos naturales. Esa forma de ver y convivirla se mueve
sobre las ruedas de nuestra
percepción del tiempo y espacio.
“Para que vuelva el pasado al futuro depende de cómo actuemos en el
presente”(Atawallpa).
No podemos engordarnos acosta del futuro y del pasado, es necesario
también cuidar el equilibrio de vida de las futuras generaciones. Ni
el pasado, ni el futuro destructor sino el pasado constructor del
futuro.
Viendo y conviviendo
hacia un equilibrio de la vida
El
paradigma andino-amazónico centra su atención en la vida
y la ve en su engranamiento
dinámico con su entorno, dijimos líneas arriba. Mediante la acción
recíproca (ayni), de carácter emulativa cosmo-biotica (Yampara),
queremos mantener la configuración natural del espacio equilibrado
de la vida (taypi) en sus diferentes formas, o en su caso volver a
configurarlo. Ese espacio de equilibrio deben considerársela como un
sistema de comportamiento de los seres vivos, en éste caso, de los
humanos. Ese sistema de comportamiento de la vida humana tiene tres
niveles de importancia equivalente, es decir ninguna es más que la
otra.
Primer nivel
(individual, familiar y comunitario),
tenemos la necesidad de equilibrio entre nuestra emocionalidad y
racionalidad.
No vivimos solo de orgasmos
ni de cogniciones. Consideramos que ambos deben acompañarnos.
Nuestra emocionalidad y racionalidad debe desarrollarse en un marco
familiar y comunitario que
son mecanismos de control.
Parte de éste nivel es también el equilibrio entre la
espiritualidad y la materialidad.
La actividad espiritual es el
espacio neuronal energético de nuestra
identidad cultural, el del profundo respeto a la materia viviente.
Ese espacio debiera ser el marco limitante
al desborde del consumo
material, al derroche perverso.
Segundo nivel
(relaciones sociales),
pretendemos un equilibrio que abarque las relaciones e
interrelaciones socioeconómicas, financieras-monetarias, políticas y
culturales de los individuos y los grupos humanos, en el
sentido del qhapaq andino-amazonico de ser justo, noble y
equilibrado. En Bolivia no hay un equilibrio en la distribución de
la riqueza del país, de ahí que los originarios
vamos por la ocupación de espacios
políticos reales y de los medios masivos de comunicación con nuestra
presencia mayoritaria. Y queremos el empoderamiento
económico-financiero sostenido de los originarios citadinos y de las
comunidades rurales. El Sumaq Kawsay contempla la vida huma no desde
el punto de vista individualista y egoísta sino como sujeto social y
comunitario, como parte de la pluralidad ordenada. En este nivel, es
posible elaborar configuraciones de equilibrio, así por ejemplo los
parámetros de ingresos económicos máximos y mínimos. En un país como
Bolivia, donde hay enorme diferencia entre los ingresos de los ricos
y los de pobres, será necesario limitar a los dos lados incluyendo
impuestos progresivos. Las inversiones selectivas ponderadas y la
aplicación de impuestos progresivos, las dos juntas pueden
acercarnos a lograr un equilibrio de ingresos en Bolivia.
Tercer nivel
(de interrelación con la naturaleza),
los humanos pretendemos ser el equilibrio de la mismísima vida
natural. Somos naturaleza cósmica viviente. Somos uno más en la vida
cósmica. No sólo vivimos
sino también convivimos. Por tanto el equilibrio de la vida humana
en y con su entorno es
existencial. Aquí también es posible elaborar parámetros de uso (no
explotación, porque esa es destrucción) de la naturaleza. No debe
ser complicado elaborar una matriz de ingreso y salida de recursos
en una región o país. Esa es tarea de los especialistas. Así
podremos consumir agua de la región en la medida que ese consumo
mantenga y no destruya el ecosistema de la región. Gobernaciones,
municipalidades y organizaciones comunales debieran impulsar la
conformación de expertos para elaborar matrices regionales para el
manejo equilibrado de los recursos naturales de la zona. Debemos
obligar a las empresas extractivistas que explotan en la zona para
que financien el trabajo de los expertos. Y debe terminar la orgía
extractivista en el Salar de Uyuni, no es posible que la explotación
del litio tenga una inversión de casi 1.000.000.000 de $US y la de
quinua cuente tan sólo 25 millones. La primera mantiene centenares
aún sin generar ingresos, la segunda ocupa 60.000 almas y contribuye
con millones de $US. Es necesario crear parámetros de equilibrio de
la inversión boliviana, donde la actividad agrícola comunal y
campesina obtenga más recursos.
Los principios del
Sumaq Kawsay/Suma Qamaña
Cuatro principios marcan el comportamiento humano de los andino-amazónicos.
El
principio de rotación: rota para regenerar energías (sumaq puqunapaq
suchuy); en la vida política, económica y natural es saludable la
alternación. Quién no rota termina en la bancarrota. Tomemos la
propuesta de Felix Patzi Paco sobre la rotación política de los
políticos en el gobierno boliviano.
El
principio de pluralidad: acepta a los(as) diferentes (wakjinatapis
kuskachay); diverso y plural es la vida, no sólo es positivo y
negativo sino también neutro, si queremos vivir en armonía debemos
aceptarlos (as) tal como son.
El
principio de reciprocidad: devuelve lo que recibiste (ayni sumaq kuska
kawsanapaq); la vida se reproduce siempre y cuando exista el acto
armónico de dar y recibir, y viceversa. Nuestros actos de la
espiritualidad calendarizado son una expresión de esa reciprocidad.
De esa forma reafirmamos nuestro software cultural en nuestras
sendas neuronales.
El
principio de repetición: sustenta el pasado para un futuro mejor
(pachakuti). No hay futuro sin pasado. Investigaciones del cerebro
humano han demostrado que para la previsión del futuro utilizamos
nuestra memoria,
es decir nuestros conocimientos acumulados sirven para planificar.
Modelo de industrialización para Bolivia
El
modelo de convivencia equilibrada no contradice un determinado
modelo de industrialización para Bolivia. Nuestra visión debe ser
una industrialización biótica.
Es
necesario aprender de la historia de industrialización de los países
ahora industrializados. Aprender no copiarlos. Es importante saber
que hubo determinados factores económicos que desencadenaron
la industrialización. En el Reino Unido fue la industria
textil, en Alemania el transporte ferroviario.
A diferencia de eso, en EEUU y China el mercado interno
gravitó en su desarrollo industrial. Indudablemente concurrieron
factores en el impulso de industrialización de esos países.
Recién en base a un estudio somero de esas experiencias Bolivia
debería diseñar su propio camino de industrialización. A nuestro
criterio, las locomotoras de la industrialización boliviana deben
ser: la industria alimentaria, la industria farmacéutica y la
ciber-industria, esta última llamada también cuarta revolución
industrial
(smart-industries). Las tres deben ir juntas. El modelo económico
comunal familiar deberá sustentar esa industrialización.
Sin embargo, lograr la industrialización biótica
necesita la superación de
etapas.
1.
Etapa de reformas
radicales en la economía actual boliviana.
2.
Etapa de construcción
de las bases económicas y técnicas para la industrialización
3.
Etapa de consolidación
de las tres industrias básicas
4.
Etapa competitiva de la
industria boliviana a nivel mundial.
Existen otras interpretaciones de sumaq
kawsay/suma qamaña, asi el “Buen Vivir” de Ecuador
y “Vivir Bien” de Bolivia, pero también otros
conceptos del pensamiento andino-amazónico. El Tercer
Sistema, modelo comunitario de Felix Patzi Paco es un aporte
de mucho peso en el pensamiento boliviano y originario
andino.
Simón Yampara divide en cuatro mundos la
vida: el mundo de las gentes, el de las deidades, el del
animal, el del vegetal y el mundo de la madre tierra. Ver
Suma Qama Qamaña: paradigma cosmo-biotico Tiwanakuta. P.12
(Tesis de grado –UPEA, El Alto, Bolivia- no publicado, 2015)
El pensamiento occidental habla de lo social: del individuo
en la sociedad. Nosotros vamos un paso más: el social ser
humano siempre se realiza en un núcleo o ambiente
comunitario; nace en la familia y se realiza en la
comunidad, de la cual es parte la familia, también el ser
humano. Ahí nuestra explicación del término:
social-comunitario.
Ratio y Emotio son palabras del latín, la
primera está para razón y la segunda para emoción
Simón Yamapara:
http://amigo-latino.de/indigena/noticias/newsletter_11_15/699_sq_ritus_agosto_sy.htm
Muruchi Poma en el sentido de ser, estar y poseer: Qhapaq
Ñan y Socialismo, 2011. Pag.:25
Javier Lajo: QHAPAQ ÑAN LA RUTA INKA DE SABIDURÍA, 2005.
Pg.: 79
Atawallpa Oviedo Freire Wakakue: QUÉ ES EL SUMAKAWSAY;
Bolivia, 2012
Javie Amaru Ruiz García postula la
tetraléctica, que en
quechua propongo como tawannintin
Die nächste
industrielle Revolution Die Cradle to Cradle-Community,
Michael Braungart, William Mcdonough, Deutschland, 2009, S.
42-43
Atawallpa lo llama „racional, sensitivo“, ver:
http://amigo-latino.de/indigena/noticias/newsletter_11_15/700_sq_pachapap_AOF_.htm
Patzi Paco, Felix: Tercer Sistema, Bolivia, 2010, p.17
Atawallpa lo define:
„El
mundo andino milenario no es ni religioso ni seglar ni ateo
ni laico, es profundamente espiritual y que implica la
correlación entre lo material y lo energético, lo mundano y
lo sutil.“
Grüter, Thomas:
MORGEN WAR EINMAL Revista Gehirn&Geist, Nr.1/2010, pag.42
La 1ra. Industrialización se baso en la mecanización
mediante la fuerza de vapor. La 2da. en base a la energía
eléctrica y cadena de montaje. La 3ra.fue impulsada por la
revolución digital. La 4ta. es conducida por la comunicación
de máquina a máquina.
https://de.wikipedia.org/wiki/Industrie_4.0